En la Industria, hay una frase que todos hemos oído alguna vez: “Mejor que sobre, por si acaso.”

Pero la realidad es otra. Cada unidad que sobra ocupa espacio, cuesta dinero y genera incertidumbre. Y cuando falta... el problema es mucho peor.

Gestionar bien el stock no es tan sencillo como parece. A veces hay demasiados proveedores, o los plazos cambian sin previo aviso. O simplemente no hay tiempo para estar pendiente de todo. Por eso, decidimos ofrecer algo diferente: un sistema de almacenaje que no impone, sino que se adapta a cómo trabajas tú.

Una situación más común de lo que parece

En nuestras conversaciones con profesionales del sector, suele repetirse la misma idea:

“No quiero tener un almacén lleno… pero tampoco puedo quedarme sin nada justo cuando lo necesito.”

Lo entendemos. Por eso, no ofrecemos una única forma de trabajar, sino tres modelos que puedes combinar según tu situación.

Tres formas de tener lo que necesitas, cuando lo necesitas:

Almacén Depósito. Nosotros lo reponemos directamente en tu planta.

Es como tener un almacén autónomo que se rellena de forma automática. Colocamos el inventario en tus instalaciones y nos encargamos de gestionarlo según tu consumo real. Ni más, ni menos.

• Ideal si: tienes un consumo regular o repetitivo.
• Ventaja clave: no inmovilizas capital y nunca te falta nada. 

Almacén Dedicado. El material está en nuestras instalaciones, pero reservado solo para ti.

No lo tienes físicamente, pero sabes que está listo para salir cuando lo necesites. Ahorras espacio, controlas costes y no te llevas sorpresas.

• Ideal si: tienes picos estacionales o previsiones claras.
• Ventaja clave: entregas garantizadas sin saturar tu almacén.

Almacén en Consignación. El material está disponible, pero no lo pagas hasta que lo usas.

Nosotros lo almacenamos, y tú lo consumes cuando quieras. Sin adelantar pagos ni asumir riesgos.

• Ideal si: tu demanda es variable o necesitas flexibilidad financiera.
• Ventaja clave: máxima disponibilidad sin comprometer tu tesorería.

No hay una solución única. Descubre lo que encaja contigo.

Una de las claves de estos modelos es que no son excluyentes. Podemos combinar varios en función del tipo de material, la criticidad o el punto de consumo.
Cada pieza tiene su ritmo. Y nuestra logística se adapta a él.

¿Y si hablamos?

Lo que realmente funciona es analizar cada caso.
Cómo gestionas ahora. Qué te gustaría mejorar. Y a partir de ahí, diseñamos algo a tu medida.

Escríbenos y vemos juntos qué modelo tiene más sentido para tu operación.